Me encuentro delante de la maleta sin saber que ponerme. Liam me ha dicho que había quedado con los chicos para ir a dar una vuelta por Londres; dice que quiere enseñarme el sitio un poco y que así aprovecho para conocer a los otros cuatro un poco mejor, como si no los conociese ya.
Oigo como Liam está dando vueltas por la casa, parece nervioso. Yo creo que ya sabe lo que pasó entre Harry y yo, ya que desde ese día es bastante predecible el mal rollo que tenemos entre nosotros... Fue un completo error haberlo besado pero ya no hay marcha atrás. En realidad, me gustó, bueno no, me encantó, pero eso nunca se lo diré... Creo que debería seguir con mi novio, no quiero que Harry me trate como una más. Además yo quiero a Brandon pero aunque me siente como una mierda diciendo esto: prefiero a Harry...
-¡Noa!, ¿estás lista?
¡Mierda, ni siquiera me he vestido!
-¡Sí, sí, ya voy, me falta muy poco!
Cojo lo primero que pillo: un par de vaqueros oscuros y un camisa que me ha encantado desde siempre, me la regaló Vannia y me la pongo mucho. Joder, Vannia, se me olvidaba, la tenía que haber llamado porque no se creía lo de Liam pero todavía no tengo pruebas... Bueno, ya la llamaré a la noche.
Abro la puerta y me voy a la salida donde está Liam esperándome con una cara bastante tensa, sí que parece nervioso.
-¿Que horas son estás para llegar? -me sonrojo, ha sido mi culpa y a Louis parece que no le ha hecho mucha gracia esperar.
-Lo siento... -es lo único que puedo decirles.
-¡Era broma mujer! -se ríe- ¡Si tú supieras las veces que tenemos que esperar a Zayn!
Todos no reímos está vez, menos Zayn que ahora parece que él es el que se ha puesto rojo, aunque con la piel morena que tiene no se le nota mucho.
-Bueno, basta de charla, ¿nos vamos a comer algo? -sonrío disimuladamente, sabía que Niall tarde o temprano querría comer.
-¿Ya? Pero si son las cinco y medía... -contesta Liam mientras se mira el reloj.
-Bueno, un tentempié. Por favor... -debo de ser la única que no se resiste a esa cara tan tierna porque los demás niegan con la cabeza mientras que yo... yo simplemente sonrío como una imbécil, son tan perfectos.
-¿Y si damos una vuelta por esté parque? Es muy bonito Noa, seguro que te encantará.
La idea de Liam me gusta así que asiento. Todo empezamos a andar, ya que habíamos quedado en un banco de aquel parque así que lógicamente, para dar una vuelta había que seguir aquel camino.
Me sorprende lo rápido que caminan, yo tengo tendencia a pararme en todos los lados para contemplar las cosas pero ellos al parecer no se detienen ni para mirar a los pequeños pajaritos que se cruzan, a todas las enormes flores de colores... ni siquiera para ver la enorme fuente que reina en el centro del parque.
Estamos andando como unos tres cuartos de hora dando vueltas por todos lados sin rumbo alguno y bromeando de cada tontería, excepto Harry que está serio, y ya me sé la razón... De repente una música me llama la atención, es un violín. Me giro y veo a mi izquierda un señor de unos cincuenta años tocando y pidiendo limosna. Esta bastante desaliñado cosa que no hace juego con la canción que en cambio, es perfecta, me hipnotiza. Creo que los demás chicos ya están a más de veinte metros de mi pero me da igual, no quiero moverme, esa melodía me trae buenos recuerdos y decido quedarme un rato más, mirándolo fijamente.
Ya ha acabado la canción, me da mucha pena pero bueno, creo que debo irme con los demás, aunque a estas alturas, a saber donde están. Aunque claro, antes de irme me pongo a rebuscar en los bolsillos, necesito pagar al señor, es lo mínimo que puedo hacer. Mierda, no llevo dinero encima... Con las prisas se me ha olvidado...
-Tranquila, ya tengo yo.
Esa voz... Me giro, y sí, efectivamente, es Harry. Harry Styles, ese chico al que besé y con el que no me hablo, hasta ahora.
-Ah, esto... gracias.
Saca su cartera del bolsillo trasero de sus pantalones y le paga. ¿20 libras? Lo miro como preguntándole: "¿En serio le vas a pagar todo eso?"
-Es lo mínimo que puedo hacer, he visto como esto te hacía sonreír -no puede ser, Harry por favor, deja de ser tan perfecto, así no se puede olvidar a una persona... Sonrío ampliamente, no me puedo resistir.
-Esto... los demás chicos se han ido a un Starbucks, ¿podemos hablar un rato a solas? Lo necesito.
-Claro... -tenía miedo a que llegase este momento, no tengo nada preparado. No sé si decirle que tengo novio o no; decirle que por favor que no me hable más por el bien de los dos o simplemente mentir y decir que lo único es que no siento lo mismo. Dios, no sé que hacer...
Me agarra del brazo suavemente y me dirige a un banco. Nos sentamos, parece que los dos estamos nerviosos...
-¿Crees en el amor a primera vista?
-¿Q-que? -su pregunta me ha dejado muy desconcertada.
-Que si crees en el amor a primera vista -me mira fijamente, su mirada verde me intimida.
Mi respuesta lo dirá todo, dejará todo claro. Mi labios se disponen a hablar pero paro, no estoy preparada para decirle que no lo quiero, no estoy preparada para mentir.